Sólo el 8% de la población sabe qué es la uveítis.

Un estudio realizado por Asociación de Pacientes de Uveítis (Auvea) ha mostrado que la población española tiene un escaso conocimiento sobre la uveítis, ya que el 8 por ciento conoce la patología y de ellos sólo la mitad la identifican claramente con la úvea. Asimismo, sólo el 10 por ciento de la población acude a revisiones oftalmológicas periódicas.

Según los resultados de un estudio realizado por la Asociación de Pacientes de Uveítis (Auvea) entre la población española para conocer el grado de conocimiento de los españoles sobre la uveítis, sólo el 8 por ciento de la población declara saber qué es la uveítis y, de este porcentaje, sólo la mitad lo identifica claramente con la úvea, la capa media del ojo.

Sin embargo, cuando se les pregunta a los encuestados sobre el sentido más importante para ellos, el 90 por ciento valora la vista como el más importante. Asimismo, a pesar de que se trata de una de las principales causas de ceguera prevenibles en países desarrollados (10-15 por ciento de los casos de ceguera son causados por uveítis) y una causa común de pérdida de visión entre personas en edad laboral, la mayoría de los españoles no sabe nada sobre esta enfermedad.

En el marco del Día Mundial de la Visión que se celebra el 13 de octubre, y en base a la necesidad de información sobre uveítis que ha puesto de manifiesto el estudio, Auvea ha organizado su 1ª jornada en la que se han reunido pacientes, familiares y allegados así como sanitarios para debatir sobre los aspectos clínicos, psicológicos y sociales de la enfermedad y servir de ayuda y apoyo a todas las personas que padecen la enfermedad.

Según el estudio, a pesar de la importancia que la población da a la visión, sólo el 10 por ciento acude al oftalmólogo para hacerse una revisión general. Los especialistas aconsejan hacerse una revisión oftalmológica cada seis meses. Sólo con este gesto preventivo, se pueden detectar enfermedades como la uveítis y comenzar a tratarlas a tiempo para que causen el mínimo impacto posible en los pacientes.

Aunque la prevención no evita padecer la enfermedad sí reduce su impacto de manera que los pacientes diagnosticados precozmente y tratados adecuadamente puedan mantener gran parte de su calidad de vida, reducir notablemente los brotes y llevar una vida normal.

 

Noticia extraída de: DiarioMedico