La incontinencia urinaria en hombres es un tema delicado pero relevante que afecta a muchos hombres en diferentes etapas de su vida.
Aunque se suele relacionar con una enfermedad propia de las mujeres, afecta a más hombres de los que imaginamos.
Según datos de la Asociación Española de Urología (AEU), la incontinencia urinaria es un problema común que afecta a una de cada tres mujeres a partir de los 50 años y a uno de cada cuatro hombres a partir de los 40.
Y es que el miedo a no poder controlar las pérdidas y la vergüenza a que los demás se den cuenta de ello son dos motivos por los que es una enfermedad difícil de diagnosticar y tratar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la incontinencia urinaria como uno de los siete problemas que requieren mayor atención sanitaria aunque a día de hoy, sigue siendo un tabú para el sexo masculino y una patología no suficientemente atendida. Más de 50 millones de personas en el mundo lo sufren en silencio. En los casos de incontinencia grave, se puede llegar a perder más de medio litro de orina al día.
Principales causas de la incontinencia urinaria
- Agrandamiento de la próstata o debilitamiento de los músculos del suelo pélvico: a medida que se envejece la próstata suele aumentar de tamaño provocando síntomas molestos como el bloqueo del flujo de la orina.
- Origen posquirúrgico: algún tipo de cirugía en la vejiga, la uretra, hiperplasia benigna de próstata o cáncer de próstata suele provocar incontinencia de esfuerzo.
- Medicamentos como antipsicóticos, diuréticos, hipnóticos, etc también puede ser un motivo de ello.
- Algunas condiciones médicas: diabetes, presión arterial alta, tabaquismo, obesidad, cáncer de próstata etc.
Tipos de incontinencias en hombres:
- La incontinencia de esfuerzo: causada por cierre defectuoso del esfínter, en la que los escapes de orina se producen al toser, estornudar o realizar otros esfuerzos.
- La incontinencia de urgencia: caracterizada por una fuerte necesidad de orinar seguida de una pérdida involuntaria de orina. La vejiga contrae involuntariamente, causando urgencia.
- La mixta, una combinación de las dos anteriores.
- Y la incontinencia por rebosamiento, que se produce como consecuencia de la obstrucción urinaria.
Factores de riesgo
- Envejecimiento: antes de los 40 años, una glándula de prostática agrandada pocas veces genera síntomas.
- Antecedentes familiares: Tener un pariente consanguíneo con problemas de próstata significa que es más probable que puedas padecerlos tú también.
- Diabetes y enfermedades cardíacas: la diabetes podría aumentar el riesgo de hiperplasia prostática benigna, al igual que las enfermedades cardíacas.
- Estilo de vida: La obesidad aumenta el riesgo de hiperplasia prostática benigna así que es importante intentar realizar ejercicio con cierta regularidad.
¿Cómo tratarla?
En los casos más leves, algunas de las soluciones pueden ser:
- No retardar la micción
- No abusar del alcohol
- Evitar el estreñimiento
- Vigilar con cierta medicación
- No mantener relaciones sexuales que impliquen demasiado esfuerzo
- Realizar ejercicio regularmente
- Evitar el tabaco
- Ejercicios para fortalecer el suelo pélvico
Además de los consejos anteriores, se puede complementar con suplementos alimenticios como el Prostavit de Herbora formulado con ingredientes naturales como las semillas de calabaza, el saw palmetto, el willow herb o el pygeum africanum que contribuyen al bienestar urinario especialmente masculino. Sin embargo, es importante destacar que este producto no reemplaza la consulta médica y debe ser utilizado como parte de un enfoque integral para el cuidado de la salud.