La ciencia ha ido más lejos y ha demostrado que las emociones tienen su origen en estímulos que provocan reacciones químicas en el cerebro y que, por lo tanto, pueden ser manejadas a pesar de las condiciones externas. Existen algunas acciones que se deberían realizar diariamente para segregar la serotonina, endorfina, dopamina y oxitocina, consideradas las hormonas de la felicidad.
1. Expresar las emociones
Los psicólogos recomiendan, a menudo, escribir o hablar sobre aquello que nos sucede o nos preocupa. Este hábito puede ser de gran ayuda a la hora de tomar distancia de algunos problemas y verlos con otra perspectiva. De esta manera, se pueden llegar a gestionar de mejor forma.
2. Socializar
El ser humano es un animal social por naturaleza, por lo que no podemos evolucionar sin un entorno social que nos de apoyo. Una reciente investigación publicada por Harvard analizó la vida de más de 700 personas jóvenes desde 1938 hasta la actualidad. Concluyó que los individuos que se clasificaron como más felices eran aquellos que tenían mejor calidad de sus relaciones, es decir, lazos más fuertes con sus amigos y familiares.
3. Realizar ejercicio físico
Los investigadores analizaron los efectos del deporte en 1,2 millones de personas en los EE.UU. entre 2011 y 2015 y concluyeron que aquellos que hacían deporte tuvieron un 43,2% de días menos de mala salud mental en el mes anterior que las personas que no hicieron ejercicio. Los resultados eran aún más positivos para aquellos que realizaban ejercicio físico en grupo. Sin embargo, también detectaron que el deporte en exceso podía ser contraproducente para la salud mental. De hecho, se sentían tan infelices como aquellos que no realizaban ningún tipo de actividad física.
4. Abrazar y ser abrazado
El contacto físico reduce la segregación de cortisol en nuestro cerebro y ello permite que se libere oxitocina y serotonina. Se relaciona el abrazar con un sentimiento de protección que nos conduce a reducir el estrés y que provoca felicidad.
5. Hablarse a uno mismo de forma positiva
Es habitual que de manera inconsciente nos lancemos mensajes negativos tipo “soy un desastre”, “siempre me equivoco”, etc y condiciona nuestro comportamiento futuro. Del mismo modo que las relaciones con los demás son importantes para tener una vida plena y feliz, el vínculo con uno mismo también lo es. Debemos tomar distancia con los errores o problemas para intentar ser más racional y no dejarnos llevar por las emociones.
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