Consejos: ¿Caliente o frio?

Ya sabemos que la comida influye en nuestro organismo, pero quizás no nos hemos parado a pensar en cómo su cocinado o su forma de comerla puede influir en nuestro cuerpo.

Desde hace tiempo se viene observando que comer caliente ha quedado reservado para días concretos y que con la excusa de la prisa y del poco tiempo, se han relegado a un segundo plano comidas, como las sopas o el consomé e incluso determinados guisos tradicionales, que requieren cierta preparación gastronómica y que hay que servir y comer calientes.

Ya sabemos que la comida influye en nuestro organismo, pero quizás no nos hemos parado a pensar en cómo su cocinado o su forma de comerla puede influir en nuestro cuerpo.

Mejor comer caliente siempre que se pueda, ayudaras a tu cuerpo con la digestión.

De hecho, la principal diferencia entre comer frío y caliente, según algunos expertos, está en que la segunda facilita nuestra digestión. Esto requiere un cierto tiempo y de alguna manera retarda el vaciamiento del estómago hacia el intestino delgado.

Las diferencias nutricionales

Más allá del proceso de digestión, queda por saber si realmente hay una diferencia nutricional entre comer alimentos fríos o calientes. La diferencia de calorías va a estar siempre marcada por la técnica de cocinado que utilicemos. Evidentemente, si freímos los alimentos estos se van a impregnar de aceite y su aporte calórico se va a multiplicar. Pero utilizando técnicas de cocción sanas como son el vapor, hervidos, salteados o a la plancha, tendremos controladas las calorías de más que añadimos al producto inicial.

Otra idea que es interesante conocer es que no todos los alimentos sufren las mismas modificaciones nutricionales en su cocinado, y lo que para algunos supondrá algunas ventajas, para otros será una desventaja. Lo que hay que tener en cuenta por encima de todo es que una alimentación saludable se basa en la ingesta variada y equilibrada de todos los alimentos, según edad, sexo y actividad física que se realiza.

Se recomienda alternar en cada comida alimentos preparados de forma fría y de forma caliente, y es que lo importante son los alimentos que ingerimos, pero si introducimos en cada comida esa alternancia de temperatura, nuestro aparato digestivo lo agradecerá.

Sin embargo, si no queda más remedio que comer alimentos, las comidas no deben dejar de ser equilibradas.

Pese a ello, siempre que comamos en casa o tengamos oportunidad es recomendable volver a la cuchara, aumentando el consumo de legumbres que son las grandes olvidadas y que tanto valor nutricional tienen.