El calor es una de las grandes preocupaciones que compartimos muchos de nosotros cuando llega el verano. ¿Es posible dormir fresco en verano sin aire acondicionado? La tradición y la historia nos dicen que sí.
Aquí os dejamos nuestros consejos. Después de leerlos no volverás a pasar calor en las noches veraniegas.
Escoger un pijama ligero.
Hacer que el aire circule.
Aunque sea una noche calurosa, es muy improbable (por no decir casi imposible) que la temperatura del entorno sea superior a la de nuestra temperatura corporal. Al incrementar la circulación del aire, éste se llevara el exceso de calor que haya en nuestro cuerpo. Abre las ventanas y déjalas abiertas si lo puedes hacer de una manera segura. Si además tenemos varias ventanas en distintos puntos de la casa incrementaremos la probabilidad e intensidad de la corriente. También se puede hacer circular el aire con un buen ventilador.
Dormir solo.
Hay gente que le gusta más dormir acompañado y otra que no. No obstante, dormir solo es la mejor manera de mantenerse fresco. Dormir con alguien aumenta el calor corporal y hace que la ropa de la cama se quede pegajosa.
Dormir con las extremidades lo más separadas posible del cuerpo.
Cuanto más separadas estén nuestras extremidades menos se almacenara el calor alrededor de nuestro cuerpo por lo tanto, si dormimos en posición de estrella de mar dormiremos más fresquitos.
Dormir a ras de suelo hará que se esté aún más fresco ya que el calor tiende a desplazarse hacia arriba.
Cenar ensalada.
Evitar las comidas pesadas y calientes. Eso obliga al cuerpo producir más calor para digerir correctamente. Un gazpacho, un yogurt o una ensalada son los teloneros perfectos antes de una noche de verano. Y, sobre todo, beber mucha agua, ya que el cuerpo la utiliza para evacuar calor. Con una buena hidratación el cuerpo aguanta mejor las temperaturas.
Enfriar nuestras muñecas.
Nuestras muñecas y en general nuestros brazos, son zonas de nuestro cuerpo donde la sangre fluye muy cerca de la superficie. Poniendo nuestras muñecas bajo el agua fría durante un minuto haremos que se enfríe nuestra sangre por lo que todo el cuerpo estará más fresco.
Una ducha de agua templada para reducir la temperatura corporal.
Son muchos los que defienden que, aunque el choque térmico del agua fría sobre nuestro cuerpo produce una sensación instantánea de alivio, al final sentimos más rápido el calor que si la tomamos con agua templada.
Apagar luces y aparatos electrónicos.
No es suficiente con dejarlos en “stand by”, ya que gastan energía y siguen emanando calor. También es una buena opción sustituir las bombillas incandescentes por fluorescentes compactos. Producen la misma luz pero generan menos calor.
Sigue los consejos de Herbora y no vuelvas a pasar una mala noche este verano. Dormir bien es la base de nuestro día a día y influye en todo lo que nos rodea.