¿La Navidad no te hace feliz?

Con la llegada de la época navideña parece que el ambiente tiene que ser, casi de forma obligada, de alegría y jolgorio. Sin embargo hay mucha gente a la que le ocurre todo lo contrario: las fiestas le ponen triste. Ya sea por la pérdida de un ser querido, por la presión consumista o el estrés que genera en muchas familias toda la logística festiva, no todo el mundo vive igual estas fechas.

La Navidad es tiempo de reencuentro, de solidaridad, de sacar lo mejor de nosotros mismos. Pero es también una ola consumista que afecta de forma directa a las familias más desamparadas y a las personas que se encuentran solas. Si te encuentras en una situación similar, o conoces a alguien que pueda sentirse así, te damos una serie de consejos para sobrellevar estas fiestas de la mejor manera.


  • No idealices la Navidad

El cine, los anuncios, las redes sociales… parece que todo nuestro entorno se vuelve mágico con la llegada de las fiestas, pero la realidad no es así. Siguen las injusticias, la pobreza, las guerras… Lo mejor es que no dejes que los tópicos de esta época te creen unas expectativas que no se van a cumplir. Si no te apetece celebrarla o no sientes que el espíritu navideño haya llegado a ti, tómatelo como una fecha más y déjala pasar.


  • Controla el alcohol

Hay quien piensa que las penas son mejores ahogarlas en alcohol, pero esto no es así, es justo al revés: las recrudece. Está claro que a todos nos apetece brindar y celebrar los buenos momentos, pero siempre debe hacerse con moderación, para evitar que ese momento de efusión y alegría no se convierta en lágrimas.


  • Sin estrés

Son muchos a los que acertar con un regalo, lidiar con los conflictos familiares en torno a la mesa de Navidad o preparar el menú para todos los invitados se les hace cuesta arriba. Tanto hasta el punto de convertir estas celebraciones en todo un estrés. Si te ocurre, deja a un lado la autoexigencia, la carga negativa y el perfeccionismo y prepárate solo de disfrutar de la ocasión.


  • No te obligues a sentirte bien

No fuerces lo que no sientes. Si, por ejemplo, estás triste por el fallecimiento de un ser querido, permítetelo, llora. Si intentas aparentar una felicidad que no tienes, te sentirás aún peor. No sientas la necesidad de estar alegre, si lo haces los demás acabarán notándolo y enmascarar tu realidad no habrá sido la mejor solución. Acepta a vivir la Navidad con serenidad y franqueza, para contigo y hacia los demás.




¿Y cómo gestionamos la tristeza?

Partiendo de la base de que no hay que sentirse mal por estar mal (valga la redundancia), sí que podemos ayudarnos de algunos consejos para gestionar este sentimiento negativo y favorecer nuestro bienestar emocional:

  • Ayudar a los demás, te ayuda. ¿Sabías que varios estudios relacionan el voluntariado como una manera de mantener una buena salud mental? Y es que ayudar a otros hace que nos sintamos mejor con nosotros mismos y que crezca nuestra autoestima. Busca asociaciones en tu barrio o centros en los que necesiten una mano, puede ser una buena de ayudar y ayudarte.
  • Disfruta de la compañía de los que sí están. Si has perdido un familiar, es normal que se le eche en falta especialmente en estos días, pero dale la vuelta a la situación, valora que aún puedes reunirte con los que todavía están aquí y seguro verás la situación de otra manera. Y si hay familiares que no quieres ver, no te fuerces a estar con ellos, elige con quien realmente te apetece estar, a veces reunirse con amigos puede ser el mejor plan navideño.

  • Dedícate tiempo para ti. Piensa qué quieres de verdad, busca qué te hace feliz y ve a por ello. Date permiso para vivir las fiestas plenamente, dejando de un lado los convencionalismos, y empieza a pensar qué es lo que quieres realmente tú: debes ser la primera de la lista.
  • Consume con responsabilidad. Las fiestas nos adentran en una ola consumista de la que a veces parece imposible salir. Esto puede hacer que te cueste regalar, que no seas feliz con lo que recibes o que sientas que recibes demasiado poco en comparación con otros. Si no quieres hacer regalos, dilo abiertamente, siéntete seguro de tu decisión y no te obligues a hacerlo. Quizás puedes optar por otro tipo de regalos: regalar tiempo de calidad, una buena comida, una tarde diferente… los regalos más simples a veces son los mejores recibidos.

  • Recurre a los productos naturales. En la naturaleza encontramos un sinfín de ingredientes con propiedades relajantes y estimulantes que pueden dar un empujón a nuestro estado emocional. En Herbora los encontrarás en las fórmulas de la gama Controlnerv, una línea de complementos naturales cuyo objetivo es priorizar tu bienestar.