Endometriosis, la enfermedad «silenciosa»

Aproximadamente entre el 10% y el 15% de la población femenina entre los 12 y los 50 años sufre endometriosis, concretamente un millón de mujeres en España y 170 millones en el mundo. Una enfermedad a la que se llama silenciosa porque, además de ser desconocida por la sociedad, supone en muchos casos un tema tabú al estar relacionada con la menstruación y el sistema reproductor femenino.


¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis en una enfermedad crónica, progresiva en más de la mitad de los casos, que afecta a la calidad de vida de la mujer. Se produce cuando el endometrio, la capa interna que recubre el útero y que con cada regla se descama y sangra, crece fuera de su cavidad original y puede afectar a los órganos de la pelvis, de la cavidad abdominal y de la cavidad torácica.

La enfermedad se puede presentar desde pequeños hasta grandes endometriomas, grandes y extensos nódulos, fibrosis y adherencias. Puede suponer desde un dolor leve a severo requiriendo una pauta de analgesia y presenta una alta alteración de la calidad de vida con imposibilidad de esfuerzos físicos o una actividad cotidiana normal. Por otro lado, la endometriosis es una enfermedad inflamatoria, lo que a su vez ocasiona adherencias, es decir, puentes de tejido responsables de que los órganos se adhieran entre ellos. Las zonas más comunes son las que están en el abdomen, por ejemplo: útero, ovarios y trompas de falopio.


Síntomas de la endometriosis

Si bien esta enfermedad no se manifiesta igual en todas las mujeres (hay quien puede tener uno o ningún síntoma), el más común de sus síntomas es el dolor pélvico y abdominal, casi siempre asociado con los períodos menstruales.

Otras manifestaciones frecuentes de la endometriosis son:

  • Menstruaciones dolorosas
  • Sangrado abundante durante la menstruación
  • Dolor durante o después de las relaciones sexuales
  • Problemas reproductivos: infertilidad / esterilidad
  • Trastornos digestivos e intestinales: alteraciones en las deposiciones, intolerancias alimentarias, dolor tipo cólico intestinal, malas absorciones intestinales, espasmos, dolor en las deposiciones, etc.
  • Dolor con la micción, trastornos urinarios o presencia de sangre en la orina
  • Cansancio, astenia o fatiga y dolor lumbar

Desde la AAEC remarcan que es muy importante saber que de estos síntomas no depende del grado de endometriosis: si una mujer presenta síntomas con la endometriosis, éstos son igual de relevantes sea el grado que sea, leve, moderada o severa.

La endometriosis se clasifica en cuatro grados que van del leve, moderado, grave y severo, siendo este último la forma más agresiva de la enfermedad, pudiendo mermar de manera definitiva la calidad de vida de la mujer, incapacitándola para el desarrollo de una vida normal o incluso causarle la muerte por problemas derivados de una infección peritoneal, sepsis o pérdida de un órgano vital.


Su diagnóstico

Hay ocasiones en las que la endometriosis no provoca ningún síntoma y se descubre por casualidad al realizar una ecografía de control durante la revisión ginecológica. Por ello, en el caso de tener alguno de estos síntomas, es importante acudir al ginecólogo para que realice un examen pélvico mediante exploración vaginal y rectal, la base del estudio de una paciente con posible endometriosis.

Ante lesiones en la exploración, será necesario que se compruebe mediante diferentes técnicas de imagen, como la ecografía transvaginal y la resonancia magnética pélvica, una posible afectación severa de órganos contiguos como la vejiga, el uréter y el recto.

 


¿Cómo se trata la endometriosis?

Es importante destacar que no existe un tratamiento específico para curar la endometriosis, solo paliativos para el dolor que según la edad de la mujer, la gravedad de los síntomas y el deseo de tener o no hijos pueden variar. 

Cuando los síntomas de la endometriosis son leves, se suelen tratar con analgésicos habituales, tipo paracetamol, o bien con antiinflamatorios, como el ibuprofeno. Sin embargo, si el dolor es más intenso, puede ser necesario que el médico recete fármacos más fuertes, que en ningún caso se deben tomar por cuenta propia.

Para evitar que la endometriosis vaya a más, se puede seguir una terapia hormonal. Será el ginecólogo quien indique qué opción es la más adecuada en cada caso, como pueden ser píldoras anticonceptivas, progesterona (en cápsulas o en inyecciones) u otros fármacos como los agonistas de la gonadotropina.

Cuando no se consigue una mejoría, la patología progresa o si se lleva tiempo intentando un embarazo sin éxito, la única solución que queda es la cirugía. La intervención puede ser de dos tipos:

  • Laparoscopia, a través de pequeñas incisiones, si el crecimiento del endometrio es menor.
  • Laparotomía, abriendo el abdomen, cuando las lesiones son más extensas.

La operación representa la única terapia curativa, lo que no significa que vaya a garantizar un embarazo en el futuro, pues el hecho de no quedar embarazada podría deberse a otras muchas razones.

Por otro lado, en aquellas mujeres que no desean tener hijos y tienen síntomas graves, como mucho dolor o sangrado abundante, la histerectomía o extirpación del útero junto con las trompas de Falopio y los ovarios es la opción más recomendable. Si los ovarios no se quitan es probable que la endometriosis reaparezca.


Cómo convivir con la endometriosis

Vivir con una enfermedad crónica ginecológica no es una tarea fácil, y menos cuando puede impedirte realizar tus tareas diarias. Como detallábamos, lo más común es que los profesionales manden tratamientos para el dolor físico. Sin embargo, desde la Asociación de Afectadas de Endometriosis Crónica, la ADAEC, apuntan que hay un dolor que todas las mujeres que sufren endometriosis comparten: la incomprensión médica y social cuando se duda de su sufrimiento. Aceptar que no puedes vivir como lo hacías y ver cómo muchos de los sueños se esfuman supone para muchas un proceso duro, una montaña rusa de emociones y sentimientos puede llegar a causar depresión fácilmente.

Uno de los peores enemigos de la endometriosis es el estrés, ya que puede causar un empeoramiento de los síntomas rápidamente, así como la ansiedad causada especialmente por aquello que se desea pero no se puede hacer. La acupuntura, el yoga, los ejercicios de relajación y de respiración o algunas plantas con propiedades ansiolíticas pueden ser eficaces para mantener el bienestar emocional y reducir los niveles de ansiedad y de estrés, siempre recomendados por profesionales que aconsejen correctamente y que conozcan bien la endometriosis.