Días más cortos, con menos horas de luz, temperaturas más bajas y un estado de ánimo que se resiente. La llegada del otoño viene de la mano de lo que se conoce como astenia otoñal, un proceso provocado por un desequilibrio hormonal que no desaparece hasta que el cuerpo se reajusta de nuevo.
La serotonina, conocida como hormona del bienestar o de la felicidad, se fabrica cuando hay luz y para ello necesita de un aminoácido llamado triptófano. Nuestro cuerpo no puede fabricarlo por sí mismo, de ahí que debamos incluirlo en nuestra dieta.
Al caer la tarde y durante la noche el cuerpo convierte la serotonina en melatonina, la hormona que favorece y regula el sueño. En otoño, al reducirse las horas de luz, producimos menos serotonina y más melatonina, lo que provoca la aparición de apatía, cansancio, somnolencia o tristeza.
Si a esto le sumamos el síndrome postvacacional, la dificultad para volver a la rutina y la reducción del ritmo de socialización y el tiempo al aire libre, nuestro estado anímico tiende hacia la interiorización y al recogimiento, aumentando la sensación de fatiga e incluso melancolía.
Aunque la astenia otoñal es transitoria y puntual, no dura mucho más de dos semanas, podemos combatirla de forma natural durmiendo y descansando lo necesario, con una buena alimentación y ayudándonos de suplementos específicos.
Si este estado de fatiga y cansancio te dura más de un mes y no remite, acude a un especialista para que valore que no se trate de otro tipo de afección.
Cómo nos ayuda la dieta
En esta época del año, necesitamos centrar, calmar y estabilizar nuestro organismo. Para ello es importante comenzar a reducir los alimentos que han prevalecido en nuestra dieta durante la temporada estival (frutas típicas del verano, verduras crudas, bebidas frías…) y empezar a introducir alimentos más nutritivos y templados que nos permitan reforzar y remineralizar nuestro organismo. Básicamente nos ayudarán a crear la fuerza necesaria para afrontar los meses del futuro invierno.
Algunos alimentos y nutrientes recomendados para esta época son los siguientes:
- Hierro: el déficit de este mineral provoca cansancio, mareos y falta de concentración. Podemos beneficiarnos de él a través de alimentos como el marisco (berberechos, almejas y similares), carnes, pescados y legumbres, pero también a través de complementos como los comprimidos masticables de Vitamine.
- Vitamina B6: necesaria para transformar el triptófano en serotonina, la falta de esta vitamina puede causar astenia y nerviosismo. Además de en el germen de trigo, pescado azul, frutos secos, legumbres o cereales integrales, podemos aportarla al organismo a través de complementos alimenticios, como loas comprimidos masticables de Vitamine.
- Cereales integrales: gracias a su aporte de proteínas, vitaminas, minerales, hidratos y fibra, se convierten en un ingrediente fundamental para plantar cara a la astenia otoñal.
- Legumbres: con los primeros días de frío apetecen más los platos de cuchara y los guisos, y para ello las legumbres, como garbanzos o lentejas, son un ingrediente perfecto. Además de aportarnos minerales como el hierro son una gran fuente de energía ideal para levantar el ánimo.
- Setas: alimentos de temporada por excelencia, las setas son una gran fuente de vitaminas (B, C y E), minerales y proteínas.
- Omega 3 y 6: estas grasas constituyen el 30% de la estructura lipídica del cerebro, de ahí que sean claves para la mantener el buen funcionamiento del sistema nervioso. Si bien el pescado azul es rico en omega 3 y el aceite de girasol en omega 6, podemos incluirlos en la dieta mediante la suplementación, como las que nos ofrece Venarol.
- Verduras: las amarillas, anaranjadas y redondas son las ideales en este momento. La calabaza, cebolla, zanahoria, nabo, boniato, etc., proporcionan un sabor dulce natural que nutren y refuerzan el estómago. ¡Asadas quedan deliciosas!
- Frutos secos: los anacardos, las nueces y las avellanas no deben faltar en la cesta de la compra de otoño. ¿El motivo? Su alto contenido en minerales, como el magnesio, que aportan energía y son una buena elección para consumir entre horas o añadirlos como condimento en ensaladas o dulces. Para beneficiarnos de sus nutrientes, lo mejor es consumirlos en crudo.
- Chocolate negro: asociado siempre a la sensación de bienestar, el chocolate es un buen aliado para subirnos el ánimo. El causante no es otro que la teobromina, un compuesto orgánico que actúa sobre el sistema nervioso facilitando la producción de serotonina.
En nuestra web encontrarás una dieta especialmente creada para la astenia otoñal y que ha sido elaborada por nuestro equipo de nutricionistas. Descárgatela aquí.
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